El tabaquismo es una adicción
En 1988, el Ministerio de Salud de Estados Unidos clasificó a la nicotina como una sustancia adictiva. Cada vez que inhala, el fumador promedio consume entre 1 y 2 mg de nicotina por cigarrillo. La nicotina llega al cerebro en unos 7-10 segundos lo que contribuye a su gran poder de adicción, aun mayor que el de la cocaína y la heroína.

El síndrome de abstinencia típico por falta de nicotina incluye: irritabilidad, somnolencia, fatiga, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, aumento de peso, urgencia de fumar. Estos síntomas son más intensos entre 24 a 48 horas luego del último cigarrillo y van disminuyendo lentamente en 2 a 4 semanas.
El consumo de tabaco genera tres formas de dependencia:

  • Física: provocada directamente por la nicotina, responsable del síndrome de abstinencia.
  • Psicológica: el hábito de fumar se ha convertido en una compañía en diferentes situaciones, y parece imposible cambiar esta relación.
  • Social: el fumar sigue siendo un acto social, se hace en grupos, en reuniones con amigos, y entre los adolescentes tiene muchas veces un significado de rebeldía y de madurez.

Estudios muestran que la mitad de los niños que prueba un cigarrillo se convertirá en adicto a la nicotina. Por esto es tan importante prevenir el inicio del consumo en los jóvenes.